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jueves, 15 de noviembre de 2012

Apocalipsis zombies

Yo estaba en mi casa durmiendo. Luego salí  a comprar cosas. Cuando salí de la tienda había muchos zombies. Fui a la tienda de armas. El dueño era también un zombie. Agarré una escopeta, le disparé, lo maté y escapé. Pero me di cuenta que había otro zombie. Me mordió y me desperté. No sabía lo que había pasado. Cuando salí afuera todo era normal.
Estaba caminando y me caí en un pozo. Allí había más zombies. Encontré una escopeta y disparé. Luego encontré un rayo láser para que los zombies sean humanos. Disparé con él y salvé al planeta.  Eso creí. Salí del pozo haciendo una escalera con los zombies  que había matado.  Arriba había fuego y más zombies.  Fui a mi casa y allí encontré a algunos amigos y personas siendo mordidas. Algunos amigos disparaban. Subimos a un auto  y fuimos al aeropuerto. Subimos a un avión y volamos a Chile.
 Autores: Jean Carlos Castillo y Miguel Zenteno.

SUEÑO X

Un día normal ,en una ciudad normal, un chico caminaba por la calle. Cuando cruza la calle, viene un camión a toda a velocidad, lo esquivó y éste choca con un container que soltó un virus que hacía que las personas se convirtieran en zombies. Un zombie lo mordió. Se despierta en un hospital, rodeado por doctores que decían  que había perdido las piernas en el choque.
 Autor: Juan Pablo Páez.

El niño y la niña

Había una vez una niña y un niño que se llamaban Sol y Nicolás.
Un día se fueron a comprar a una verdulería y apareció un señor que les decía:
-Vayan por este callejón.
Sol miró a su hermano, y Nicolás le dijo al señor:-¿Para qué?
-Es un camino más corto-. Nicolás dijo:-Bueno-. Era tan largo el pasillo,  hasta que llegaron. Estaban en una selva. Dijo Sol:-¡Guau!, qué raro lugar. Hay Velociraptors. Nicolás preguntó:-¿Cómo llegamos acá?, hay dinosaurios, Tiranosaurius Rex. Y Sol preguntó:-¿Llegamos a casa?
Nicolás le dijo a la hermana:-Vamos a explorar el lugar. Sol dijo:- Bueno.
-Sol, mirá. Bananas.  Voy a tratar de agarrarlas-. Sol le contestó:-No es buena idea, tratemos de salir de acá-. Nico dijo:-Bueno, ya sé, volvemos por donde  llegamos. ¿Por dónde era?-. Sol dijo:- por allá-. Nico dijo:- No, por ahí. Bueno, yo por mi lado y vos por tu lado-.
Empezaron a correr. Sol llegó a la verdulería,  pero Nicolás no llegaba. Fue para ese lado y se metió  al callejón. Mientras Sol esperaba vio a una persona y gritó:
-¡Nico!.
 Y esa persona dijo:- Si, soy yo.
Volvieron a la casa y se acostaron  a dormir.
 Autor: Marcos Sánchez.

Pedro y la tele rara

Hace un año, un chico llamado Pedro, jugaba un juego de zombies en la play station. Un día el televisor se movió y se abrió en él un portal. Pedro entró y se encontró a él mismo como un soldado con armas en una ciudad, siendo perseguido por zombies. Cuando le disparaba a los zombies, más agresivos se ponían. Tomó un camino y fue a un hospital. Como en el juego sabía conducir, tomó una ambulancia y fue  a un shopping. Estaba lleno de sangre, carne y personas muertas. Fue a un local de armas y agarró granadas, pistolas y metralletas. Tiró granadas a los zombies. Justo era el nivel 9, le faltaba un nivel para matar al Jefe Zombie. Cuando llegó al nivel 10, estaba en una casa oscura. Ahí le apareció de frente y le dijo:- Te mataré y comeré tu carne-. Él se enojó y le tiró granadas, le disparó con las metralletas, y nada pasaba. Entonces le disparó en el corazón una bala, y ahí sí, murió el Jefe. Detrás estaba el portal. Entró y volvió a su casa. Se dijo: -no pasó nada-. Y se fue a dormir.
 Autor: Pedro Reyes.

Natalia, Martina y el Reino de las Brujas

Una noche, Natalia fue a la casa de Martina y vieron una película. Luego se quedó a dormir. A la mañana la mamá de Martina las levantó para desayunar. Después fueron a la pieza y Natalia abrió la puerta de un placard que nunca habían abierto.
Nati le dijo a Martina: -Mirá, vení.
Y Martina le respondió:-¡¿Qué hacés?!¡Cerrá eso!
Nati no le hizo caso  y entró. Martina, por intentar agarrarla, entró, y se cerraron las puertas del placard.  Cuando miraron se dieron cuenta de que estaban en el Mundo de Brujas. La reina de las brujas les preguntó:-¿Qué hacen aquí y de dónde vienen?.
Ellas le respondieron:-Es una historia larga de contar.
La reina les dijo:-Vengan conmigo, les prestaré ropa y les enseñaré a hacer magia.
Ellas la siguieron. Abrió la puerta y le dijeron:-Pero tenemos que volver a casa-. Y la bruja les contestó:- No podrán volver hasta que no se abra la puerta con la que vinieron.
Las dos se pusieron tristes porque querían volver a su casa. Pero la bruja les dijo:- Se tendrán que acostumbrar a vivir acá.
Pasó mucho tiempo, estaban haciendo magia, cuando de repente una de las brujas les avisó muy triste que tendrían que irse porque habían encontrado la puerta del armario. Es así que fueron, la abrieron y se despidieron de las brujas. Finalmente, entraron a su cuarto.
 Autoras: Luciana Chazarreta y Giuliana Palacio.

Las dos hermanas y la bruja

Había  dos hermanas llamadas Yael y Candela. Las dos tenían once años. Una tarde ellas estaban en gimnasia artística. Luego fueron a su casa y su mamá les preparó su comida. Mientras tanto, Candela miraba la tele, ya bañada, esperando que salga su hermana Yael de bañarse. Luego se durmieron para al otro día  ir al cole.
Al día siguiente se fueron de excursión con el cole. Candela y Yael se perdieron en un bosque. Allí  había personas muertas, otras llorando. Estaban perdidas, tenían miedo y frío. Hasta que apareció una bruja que se llamaba Analía. Tenía poderes como todas las brujas, pero no le funcionaban y para que los pueda usar tenía que tener dos almas de niñas. Ellas justo estaban ahí. Era verdad, cuando rompés un espejo tenés mala suerte por siete años, hoy Candela y Yael estaban peleando en su  casa por un espejo y lo rompieron. La bruja las agarró y les dijo.
-Necesito sus almas para vivir-, y nos mintió.
Las chicas salieron corriendo y se chocaron con una nena que se llamaba Florencia y era un fantasma. Ellas no lo sabían, parecía que estuvieran locas, porque llevaron a Florencia a su casa y se pelearon por estar con ella.
Autoras: Yael Fredes, Candela Flores, Florencia Olivera.

La solución de mamá

Sofía era una nena,  que cada vez que su mamá apaga la luz en su habitación, escuchaba ruidos y le daba mucho miedo. Pero su mamá no le creía, y le dijo:-No hay nada hija. Debe ser un sueño o tu imaginación. No hay nada en tu habitación.
-Má, sí hay. Yo lo veo siempre-le dijo Sofía.
Pero después, Sofía dejó de ver los fantasmas porque su mamá le dijo:-Sofía, hijita, yo te dejo dormir con la luz prendida y cuando estés bien pero bien dormida, vengo y te apago la luz.
-Qué genia que sos mamá. Te quiero, me diste la solución exacta.
Y Sofía empezó a dormir super bien.
 Autora: Verónica Martínez.

La historia de Tom

 Había una vez un mundo normal como el de cualquiera, como el planeta Tierra. Y la historia comienza en la casa de un niño que vivía con su mamá y su perro. El niño jugó con el perro, el perro lo mordió y él le pegó. La madre se enojó mucho con el nene, por eso el nene salió de la casa y se alejó corriendo. Hasta que cayó dentro de un pozo tan profundo que llegó a otro mundo. Ese mundo tenía duendes, magos y brujas. El niño corrió y corrió hasta que luego estuvo todo oscuro.  Era porque se había metido en una cueva...! Sipiti, sapiti, sap! ¡ La bruja lo hechizó!
-¿Está congelado?- dijo la bruja. ¡Estaba congelado!-¡Oh, no!, lo congelé.
La bruja hizo otro hechizo y lo convirtió en sapo. Luego hizo otro hechizo y lo convirtió en humano.
-Perdón-dijo la bruja –pensé que eras uno de esos duendes malhumorados. ¿Cómo te llamás?.
-Me llamo Tom- dijo el niño- Bueno, chau, me voy.
-Bueno-dijo la bruja.
El niño se cayó en un pozo, y un mago apareció y le dijo:-Te vi con mi esposa.
-Ah, si. Me convirtió en muchas cosas.
-¿Y qué hacés por aquí?.
-Es una larga historia- dijo Tom.
-Contame-dijo el mago.
El niño le contó que se cayó en un pozo que era muy profundo.
-¡ Ja, ja , ja!, conozco historias más largas que esas.
-Bueno, chau- le dijo el niño. Luego corrió y encontró el pozo.
 Autora: Lourdes Rosano.

Por la ilusión

        Me senté en el  patio de mi casa esperando a que llegara mi hermana. Llegó a la  noche; pero llegó a las  12:00 de la noche. Me enojé tanto,  y le dije:-¿QUE HACES LLAGANDO A ESTAS HORAS?-. Ella me contestó muy ¿estresada?:
-¡No! ¡Tuve un problema! Pero te digo algo: todo cambiará  pronto.
No le di importancia y me fu a mi habitación.
A la mañana siguiente  fui a la plaza, me senté y le  di de comer a las ardillas. Vi a un mono colgado de un árbol, me fui hacia él, y  de repente  escucho ruidos  de una casa  de al lado.  Abrí la puerta y vi...a la LUNA Y UNA ESTRELLA. Pero  no cualquier  estrella, sino a la Antares, la estrella  Antares. Pero las vi del tamaño de una cartuchera, me acerqué a ellas y tartamudeando les dije:-¿Qué  hacen acá?
-No, nada, solo  venimos a  visitar la  a Tierra-. Yo muy asustada  me fui a mi casa y  el mono me dijo:-¡Este es un  lugar mágicoooooo!-. Salí más asustada y regresé a mi casa.  Me  miré de pies a cabeza en el espejo.
Por curiosidad  fui de nuevo a la casa de la plaza, pero no estaba el mono ni la Luna, ni la estrella Antares. Fui  a mi casa otra vez, me  eché  en el sillón, vino mi hermana  y me dijo:-¡Te tengo una sorpresa!
Cuando miré, detrás de ella estaba mi mamá.
Autora: Belén Cuadros.

Plantas Vs. Zombies

Había una vez una casa que tenía un jardín, donde del día a la noche empezaron a salir zombies. El señor que vivía en la casa se dio cuenta y le preguntó a los amigos qué podía hacer para matar a los zombies. Uno de ellos le dijo que pusiera plantas que tiren guisantes y plantas carnívoras para que maten a los zombies.
Hasta que de pronto, se despertó.
 Autor: Lucas Manfredi.

El fantasma macabro

En una vida normal, una familia se mudó a una casa muy vieja. Cuando llegó la noche empezaron a suceder cosas sobrenaturales. Aparecían fantasmas. Sólo uno de ellos era macabro. La familia salió corriendo, y por asustarse no vieron la escalera, y se cayeron. 
Despertaron al otro día y el papá dijo:-vuelvo en unos minutos-.
El papá fue al sótano de la casa. Estaba buscando información sobre la casa. Encontró un papel tirado en el suelo, lo agarró y leyó que decía  que en esa casa había personas asesinas, pero había una de ellas que era muy macabra. Entonces el papá fue a buscar a su familia para sacarlos de esa casa maldecida. La familia entera salió de allí pero antes de que se fueran, el papá explotó la casa. Se fueron y volvió todo a la normalidad.
 Autor: Brian Trujillo.

El chico asustado

      Había una vez un chico que se llamaba Pedro. Iba al colegio y sus amigos lo asustaban. Un día estaba en su cuarto, acostado en su cama. Cuando abrió los ojos vio a una momia.
Al día siguiente fue a la escuela y le dijo a sus amigos que había visto una momia. Nadie le creyó y sus amigos se rieron de él.
 Autor: Santiago Yong.

El Niño Monstruoso

Había una vez un niño que se mudó a Nueva York.
Pasaron dos semanas, y un día fue a la escuela, se cruzó a un perro y el perro lo mordió. Cuando volvió a su casa el chico se fue a su  habitación y se durmió. Cuando se despertó y fue al baño,  se vio en el espejo y vio que era un hombre lobo.
Pasaron tres meses y mató  a 3 personas. Después encontró a un hada que le daba 3 deseos. Le cumplió  su primer deseo: que vuelva todo a la normalidad. El segundo: que volvieran las tres personas a las que mató. El tercero: que sea muy lindo todos los días.
Fue a la escuela, se cruzó de nuevo al perro, y el niño lo acaricio y no éste no le hizo nada.
 Autores: Ignacio Paniagua y Tomás Ballo.

El cajón de los juguetes

  
Victoria era una niña muy normal, tenía 7 años de edad.
          Un día la mamá estaba preparando la comida y Victoria estaba jugando con sus muñecas. Le dieron ganas de ir al baño.
          Los muñecos, juguetes, etc.,  cobraron vida en el transcurso en que ella estaba en el baño. Cuando entró a la habitación y vio lo que había pasado los ojos se le agrandaron como platos. Las muñecas le decían que hiciera  silencio. Ella les hizo caso.
           Las muñecas se volvieron inmóviles cuando la madre de Victoria entró a la habitación. Victoria se hizo la disimulada, y siguió jugando. Luego, cuando la mamá se fue, las muñecas la llevaron hacia el armario donde ella tenía su ropa. La hicieron abrir el cajón, y descubrió que era un mundo creado por juguetes, que Victoria había desechado cuando era más pequeña. ERA UN MUNDO TOTALMENTE CREADO POR MUÑECOS, JUGUETES, ETC.
        Alzaron a Victoria y la tiraron dentro del cajón. Victoria se quejaba y decía que deseaba ser pequeña para tener la estatura de ellas, y para poder entrar en el cajón las veces que ella quisiera.
        Las muñecas le pusieron un polvo que la convirtió casi de la misma estatura que las Barbies.
        Caminaron hasta una casa que parecía ser un castillo. Las muñecas abrieron la puerta e hicieron pasar a Victoria.
        La invitaron a cenar porque ya era de noche, pero Victoria no aceptó la invitación porque si la madre iba al cuarto no la iba a encontrar jamás.
       Victoria quiso salir del cajón, pero no pudo debido a su estatura.
         Hasta que de un buen salto salió del ropero, Victoria les dijo que nunca se hablaría de lo sucedido, y se fue a cenar.



Autora: Huilén Pérez.

La Historia de Sofía


Sofía era una nena muy rebelde. Un día ella se fue a dormir  para al otro día  ir a la escuela. Cuando fue a la escuela no había venido la maestra y se fue directo a su casa. Al cruzar la calle notó que era todo distinto: vio que las personas se convertían en monstruos, que las casas se convertían en árboles muy grandes y que la ciudad se había transformado en una selva. Pasaban las horas y no volvía a la normalidad. Durmió en un árbol, y al otro día despertó en su cama. ¡Todo había vuelto  a la NORMALIDAD!
 COLORíN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA TERMINADO.

Autoras: Abril Mura y Yazmín Delgadillo.