Me senté en el patio de mi casa esperando a que llegara mi hermana. Llegó a la noche; pero llegó a las 12:00 de la noche. Me enojé tanto, y le dije:-¿QUE HACES LLAGANDO A ESTAS HORAS?-. Ella me contestó muy ¿estresada?:
-¡No! ¡Tuve un problema! Pero te digo algo: todo cambiará pronto.
No le di importancia y me fu a mi habitación.
A la mañana siguiente fui a la plaza, me senté y le di de comer a las ardillas. Vi a un mono colgado de un árbol, me fui hacia él, y de repente escucho ruidos de una casa de al lado. Abrí la puerta y vi...a la LUNA Y UNA ESTRELLA. Pero no cualquier estrella, sino a la Antares, la estrella Antares. Pero las vi del tamaño de una cartuchera, me acerqué a ellas y tartamudeando les dije:-¿Qué hacen acá?
-No, nada, solo venimos a visitar la a Tierra-. Yo muy asustada me fui a mi casa y el mono me dijo:-¡Este es un lugar mágicoooooo!-. Salí más asustada y regresé a mi casa. Me miré de pies a cabeza en el espejo.
Por curiosidad fui de nuevo a la casa de la plaza, pero no estaba el mono ni la Luna, ni la estrella Antares. Fui a mi casa otra vez, me eché en el sillón, vino mi hermana y me dijo:-¡Te tengo una sorpresa!
Cuando miré, detrás de ella estaba mi mamá.
Autora: Belén Cuadros.
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